Estos habitantes tienen una esperanza de vida de unos 1000 años aproximadamente. Son pequeños, con una gran cabeza, dos brazos, seis dedos en cada mano, y dos piernas que apenas usan, pues son capaces de levitar gracias al poder de su mente. Se alimentan de plantas que crecen en su planeta, y de las frutas que dan. Gracias a la avanzada tecnología que poseen estos seres diminutos, de apenas 70 cm de longitud, y a su gran inteligencia, los Drowets han sabido vivir repeliendo con dificultades los efectos que un agujero negro, situado a tan sólo un pársec de Drow, ha ido provocando a lo largo del tiempo en su planeta. Pero cada vez eran más grandes los efectos, y los escudos de energía anti-gravedad que había alrededor del planeta ya no aguantarían por mucho más tiempo. Además ya no quedaba nada del sistema solar que, muchos años antes, reunía 13 planetas y una gran estrella. Como Drow poseía un potente escudo de energía antigravedad permanecía estable en el mismo sitio, rotando artificialmente y siendo iluminado por un satélite especial que habían construido los Drowets y el cual estaba protegido contra los agujeros negros. Los Drowets avanzaban científicamente para fortalecer los ya cientos de campos de energía que les protegían, pero la fuerza del agujero negro avanzaba exponencialmente, y poco tiempo les quedaba ya en el planeta.
Huir de Drow era arriesgado, ya que la fuerza con la que el agujero negro estaba azotando los alrededores del planeta era tal, que tenían que salir del mismo a una velocidad muy superior a la de la luz, ya que sólo así, y aún a pesar de llevar incorporados varios escudos de energía, serían capaces de escapar de las garras del cada vez más crecido y oscuro agujero negro.
Y ¿por qué sólo superando con creces la velocidad de la luz podrían escapar del agujero negro? Porque la gravedad de éste es tan grande que la velocidad de escape es superior a la velocidad de la luz. Pero surge un problema, y es que cuando un objeto viaja a una velocidad cercana a la luz, el tiempo transcurre más despacio, pero la masa aumenta a pasos agigantados, hasta que, al alcanzar la velocidad de la luz, el tiempo sería estático y la masa infinita. Dejando aparte el tema de la masa, si se aumenta la velocidad de la luz, el tiempo volvería para atrás, por lo que la gravedad del agujero negro, que sería grandísima, disminuiría tanto como antes había estado aumentando. Y volviendo al tema de la masa, haría falta mucha energía para mover tanta masa, por lo que el problema que los Drowets tenían que resolver era ése, el de conseguir una fuente de energía tan grande que pueda mover tanta masa.
Una posible solución era aprovechar la fuerza de la gravedad del agujero negro, pero no sabían cómo. Mientras, a marchas forzadas, los robots construían una nave espacial tan grande como para albergar a los 56.304 Drowets. Habían hecho cálculos, y apenas les quedaban unos 4 meses para poder escapar, de lo contrario, sería demasiado tarde.
Un destacado científico Drowet diseñó una máquina que producía gran cantidad de energía cuando una pequeña fuerza se ejercía sobre ella. Hicieron un nuevo diseño perfeccionado y parecía que todo iba a salir bien. Dos meses antes del tiempo límite ya tenían todo preparado; la nave construida, suficientes provisiones, y todas las pruebas finalizadas con éxito. Así pues decidieron emprender el viaje sin regreso, con miedo pero con decisión.
Habían logrado escapar sin problemas, habían logrado multiplicar la velocidad de la luz por 4, y habían viajado durante 34 años, por lo que habían rejuvenecido todos 136 años. Afortunadamente no había ningún Drowet menor de 200 años.
Llegaron a una galaxia en la que decidieron terminar su viaje.
Eligieron un buen planeta en el que hubiera vegetación, y buenas condiciones atmosféricas. Llamaron a este planeta Drow II. En Drow II había muchísimas especies de todas clases. Era un planeta más grande que Drow, y la temperatura era muy parecida. Había mucha cantidad de vegetales en el planeta, los suficientes como para abastecer a toda la población de los Drowets. Así que decidieron colonizarlo. Pero cuando estaban llegando al planeta, al chocar con la atmósfera se dieron cuenta que estaba formada en gran cantidad por nitrógeno y oxígeno, y los materiales con los que se había construido la nave reaccionaba con esos dos elementos y explotaba, por lo que la nave se hizo pedazos y cayeron sobre el planeta, La Tierra, en forma de meteoritos, exterminando a los dinosaurios.
Y 65 millones de años más tarde, yo os cuento lo que sucedió aquel entonces. |
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